El geógrafo urbano y planificador regional, Rafael Emilio Yunén, consideró que el gran reto que tiene la ciudad de Santiago es demostrar que puede empezar a cambiar lo que ha estado padeciendo calladamente: un desorden socioterritorial generalizado que la población sufre diariamente al tener que convivir en una ciudad fragmentada e infuncional, con serios niveles de contaminación acústica, visual y atmosférica, entre otros factores.