El presidente Luis Abinader inauguró ayer la primera etapa del Teleférico de Santiago, obra que se construye con una inversión que sobrepasa los RD$6,543 millones, y que impactará de manera directa alrededor de 73,968 habitantes de nueve de los sectores más populares de aquí.
El teleférico forma parte del Sistema Integrado de Transporte de Santiago (SIT-Stgo), iniciativa creada desde el Poder Ejecutivo con el objetivo de la integración física, tecnológica y tarifaria de diferentes medios de transportes público para contribuir a mejorar la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, así como desarrollar alternativas de movilidad sostenible que reduzcan el impacto en el medio ambiente.
El Gobierno dominicano anunció que, en lo adelante, los Planes Plurianuales de Inversión Pública del país estarán alineados con las metas nacionales de adaptación a los efectos del cambio climático, de mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y de desarrollo sostenible, contempladas en la Contribución Nacionalmente Determinada (NDC-RD2020).
La crisis actual en el sistema de movilidad urbana de la República Dominicana se encuentra en uno de los niveles más críticos de su historia ante la ausencia de respuestas efectivas como resultado del nuevo escenario urbano, caracterizado por el incremento del parque vehicular, el aumento de los desplazamientos interurbanos y la deficiencia del servicio de transporte colectivo.
Desde que pisas la Ciudad de los 30 Caballeros es evidente su transformación. Grandes y modernas edificaciones, ambiciosos proyectos en desarrollo son la cara de una ciudad que crece en población, infraestructuras y visión.
En esta ciudad se desarrollan millonarias propuestas, tanto del sector público, como es el caso del Teleférico y el Monorriel; como del sector privado, como el Aeropuerto Internacional del Cibao, la Plaza Santiago Centro, el Hotel del Hospital Metropolitano de Santiago a la entrada de la ciudad y otros.
La crisis actual en el sistema de movilidad urbana de la República Dominicana se encuentra en uno de los niveles más críticos de su historia ante la ausencia de respuestas efectivas como resultado del nuevo escenario urbano, caracterizado por el incremento del parque vehicular, el aumento de los desplazamientos interurbanos y la deficiencia del servicio de transporte colectivo.