El colapso de una plaza comercial en Santiago replantea tanto la supervisión como el desafío al principio de autoridad.
Aunque el Ministerio de Vivienda y Edificaciones (Mived) informó que realiza una inspección técnica sobre el desplome de la estructura, lo inquietante es que la obra carecía de permiso y que había sido paralizada.
Tal parece entonces que los constructores hicieron caso omiso a los procedimientos y a la resolución del Concejo de Regidores del Ayuntamiento de Santiago.