La popular playa de Boca Chica pasó uno de sus fines de semana más solitarios en mucho tiempo, debido a la invasión de sargazos que en los últimos días ha apagado su particular dinámica comercial y está provocando la muerte de una cantidad indeterminada de peces y otras especies marinas.
El olor a podredumbre que desprenden las algas descompuestas llena todo el espacio. Algunos turistas y comerciantes tratan de recoger parte de los sargazos que llegan a la orilla, pero el trabajo es interminable para estas manos laboriosas.