El calor es la amenaza climática más letal para la humanidad; cada año mueren más personas por el calor que por las inundaciones, los huracanes y los incendios forestales sumados.
Y el riesgo es mayor en las ciudades, que se están calentando el doble de rápido que el resto del planeta debido al efecto isla de calor urbano.
A medida que las temperaturas peligrosas se vuelven más comunes, los líderes de ciudades de todo el mundo, desde París hasta Phoenix, están planeando estratégicamente ampliar la cobertura de sombra.