Dirigentes comunitarios de al menos diez sectores de este municipio denunciaron nuevamente los altos niveles de contaminación ambiental que, según afirman, provoca la empresa de zona franca UPI, un problema que aseguran arrastran desde hace varios años y que se ha intensificado en los últimos meses.
Luis Alfonso Gil Sánchez, reconocido dirigente social, explicó que la contaminación llega a las comunidades a través de emisiones de una chimenea, así como por desechos terrestres que afectan directamente al suelo. Detalló que, además, se percibe un gas altamente nocivo que estaría poniendo en riesgo la salud de cientos de familias.