Subir o no subir: esa es la pregunta que muchos peatones se hacen cuando se cruzan con un puente peatonal en Santo Domingo. La respuesta, en la mayoría de los casos, coincide en lo mismo: mejor arriesgarse entre los carros que exponerse a lo que pueda ocurrir arriba.
“Muy inseguros, deben quitar a todas las personas y limpiarlo. A veces crees que es una persona de las que pide y resulta que lo que quiere es arrancarte la cartera”, cuenta una señora que decidió no dar su nombre.